El 31 de enero de 2024, la Comunidad Climática Mexicana (CCM) organizó una mesa redonda virtual sobre la implementación de impuestos al carbono en México. Durante el evento, se presentaron las estrategias, los desafíos y las oportunidades en el diseño e implementación de instrumentos de precio al carbono en México. Estas discusiones formaron parte de los esfuerzos regionales para reducir el cambio climático y mejorar la acción climática.
¿Qué es un impuesto al carbono?
Un impuesto al carbono asigna un valor monetario a las emisiones de gases de efecto invernadero, gravando bienes y actividades según las emisiones que producen. Actualmente existen 73 instrumentos financieros de este tipo en diversas regiones del mundo.
Impuestos de carbono en México
Desde 2017, ocho estados mexicanos han comenzado a implementar impuestos al carbono, alineándose con la tendencia global hacia las economías de mercado de carbono. Estos estados son: Durango, Estado de México, Guanajuato, San Luis Potosí, Tamaulipas, Querétaro, Yucatán y Zacatecas.
Durango: Impuesto basado en la cantidad de CO2 emitido por empresas industriales y energéticas. Su objetivo es desincentivar las altas emisiones.
Estado de México: Se grava a las industrias por sus emisiones de CO2, con un enfoque en la manufactura y el transporte.
Guanajuato: Sistema de precios fijos por tonelada de CO2 emitido, aplicable a todas las industrias sin distinción.
San Luis Potosí: Tarifas variables según el tipo de actividad industrial, con tasas más altas para sectores más contaminantes.
Tamaulipas: Se centra en sectores específicos con altas emisiones, como la petroquímica y la generación de energía.
Querétaro: Impuestos progresivos que aumentan con el nivel de emisiones, incentivando reducciones significativas.
Yucatán: Tarifas diferenciadas según el sector industrial, con medidas adicionales para apoyar la transición a tecnologías limpias.
Zacatecas: Foco en la minería y la manufactura, con impuestos que varían según el impacto ambiental de las operaciones.
Hasta la fecha, los mecanismos de impuestos al carbono implementados en ocho estados de la república, han recaudado aproximadamente MXN 1,059 millones y han absorbido 346,142 toneladas de CO2.
La implementación exitosa de impuestos al carbono en México debe ser un proceso colaborativo y adaptativo que tome en cuenta las particularidades de cada estado. Esto facilitará la reducción efectiva de emisiones y apoyará la transición hacia una economía con menor huella de carbono, trabajando de la mano con el sector privado.
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