El Protocolo de Montreal original se concretó el 16 de septiembre de 1987 y entró en vigor el 1 de enero de 1989. Aprobado hace 35 años, el protocolo de Montreal es un acuerdo internacional crucial para proteger la capa de ozono en la atmósfera. Su objetivo principal es reducir y eliminar la producción de cerca de 100 sustancias químicas dañinas para la capa de ozono. Está calificado por la Organización Metereológica Mundial como el mayor éxito ambiental.
Sus logros
El Protocolo de Montreal cuenta con el respaldo de 165 naciones. Ha conseguido reducir la fabricación y uso de sustancias que dañan la capa de ozono, disminuyendo también la velocidad de aumento de su presencia en la atmósfera.
Por ejemplo, el consumo total de CFC ha caído un 80% desde 1986. Además, los países desarrollados han eliminado los halones desde principios de 1994 y, en 1996, eliminaron por completo los CFC, tetracloruro de carbono y metilcloroformo, excepto unas 15,000 toneladas reservadas para usos esenciales como inhaladores contra el asma o en el transbordador espacial.
El Fondo Multilateral ha aprobado 86 Programas Nacionales que cubren una producción estimada de 68,950 toneladas y un consumo de 152,600 toneladas. También ha aprobado proyectos en más de 2,000 actividades por cerca de 730 millones de dólares para eliminar 99,460 toneladas en 111 países en desarrollo. Además, el Fondo para el Medio Ambiente Global ha asignado 111 millones de dólares para la eliminación de sustancias nocivas en países elegibles para financiamiento. Estos esfuerzos demuestran un compromiso global en la preservación de nuestro medio ambiente.
Actualmente
El Protocolo de Montreal ha sido clave para la sostenibilidad actual. Al reducir las sustancias que dañan la capa de ozono, no solo protege esta capa para las generaciones futuras, sino que también ayuda en la lucha contra el cambio climático. Esto reduce la radiación ultravioleta dañina del sol, beneficiando la salud humana y los ecosistemas. Este enfoque muestra cómo la conservación ambiental es vital para nuestro bienestar y el de nuestro planeta, estableciendo un ejemplo para la cooperación internacional y abordar los desafíos ambientales actuales.
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