Los inversionistas modernos han dejado atrás la información extra financiera al tomar sus decisiones de inversión. El valor ya no solo es económico; la actualidad está dejando claro que las empresas más valiosas no solo ofrecen una perspectiva de negocios, sino que también demuestran su desempeño en los sectores ambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ESG, por sus siglas en inglés). El éxito de una empresa ya no solo se mide en términos de competitividad en el mercado, sino también en la responsabilidad adquirida y su comportamiento en torno a ella.
Una evaluación de sostenibilidad representa una oportunidad para conectar con los consumidores y otros grupos de interés, llamar la atención de los inversionistas, mejorar la reputación y generar buenas relaciones. Al comenzar con la evaluación y medición del impacto actual, determinando los cambios y objetivos posibles de realizar según las competencias y capacidades, la importancia de la evaluación recae en la preocupación por el cuidado del entorno y de la cadena de valor de la organización.
Objetivos de la evaluación
La evaluación evalúa el nivel de madurez de una organización en materia de sostenibilidad social y ambiental. Se trata de un modelo escalable y puede ser adecuado para cualquier tipo de empresa.
Por medio de la evaluación de sostenibilidad, ayudamos a las empresas a determinar sus principales aspectos de sostenibilidad y evaluar su desempeño. Comparar el desempeño en sostenibilidad de una empresa con otras dentro de la misma industria. Identificar las brechas existentes entre el estado actual y el estado futuro y elaborar un plan de acción para alcanzar el estado futuro deseado.
Implicaciones
Considerar a los grupos de interés: Identificar a los grupos de interés clave para determinar sus preocupaciones y las expectativas que tienen de la empresa; esta información será útil para el análisis y puede servir como guía para orientar el enfoque del informe.
Identificación y gestión de riesgos en la cadena de valor: evaluación del trayecto desde la extracción de materia prima hasta el fin de vida del producto; incluyendo factores como impacto ambiental y costos.
Auditorías energéticas en edificios: evaluación energética del funcionamiento de una instalación, para determinar inversiones y sus periodos de retorno. Incluyendo el monitoreo y ahorro en consumos de energía, con la finalidad de optimizar procesos y así hacer buen uso de la energía.
Cumplimiento legal ambiental, de seguridad y salud en el trabajo (EHS): cumplir con las regulaciones correspondientes según la industria, además de asegurar la seguridad de todo colaborador sin importar su rol o posición. Implementar normas internacionales como la ISO 26000, para darle seguimiento a dicha preocupación ante la responsabilidad social.
Definir una matriz de materialidad: La materialidad de la información es clave en la determinación tanto del alcance como del contenido del informe. Una matriz de 2×2 podría resultar útil para ilustrar y destacar de manera visual los asuntos de más relevancia, en términos financieros y de impacto social y ambiental.
Utilizar los Objetivos de Desarrollo Sostenible: La empresa podría considerar los 17 objetivos en el proceso de selección de prioridades de sostenibilidad en relación con sus propias operaciones e indicar en los reportes las áreas seleccionadas en el marco de las Naciones Unidas.
Utilizar al menos un marco reconocido de ESG: A pesar de que no hay un marco universal, resulta útil implementar por lo menos uno de los marcos más reconocidos e incluso considerar utilizar más de uno dependiendo de las necesidades de los grupos de interés y de los marcos empleados por los competidores. Algunos de los más populares son:
-Global Reporting Initiative (GRI)
-Dow Jones Sustainability Indices (DJSI)
-CDP (anteriormente el Carbon Disclosure Project)
-Sustainability Accounting Standards Board (SASB)
Establecer KPI’s: Los KPI o Indicadores Clave de Rendimiento pueden ser utilizados por la empresa para demostrar progreso en temas específicos. Estos indicadores pueden ser genéricos o específicos en la industria o la compañía; se recomienda que las empresas utilicen indicadores ampliamente aceptados, por ejemplo, los indicadores producidos por Global Reporting Initiative.
La línea de fondo
Una evaluación de sostenibilidad es uno de los primeros pasos en dirección al desarrollo sostenible y, sobre todo, hacia un futuro más sostenible y resiliente. Su realización dejará de ser opcional para la mayoría de las empresas, desde las PyMEs hasta las grandes corporaciones. Por ello, es esencial comenzar con los esfuerzos para seguir figurando en el mercado, ante consumidores e inversionistas cada vez más conscientes de estas implicaciones.
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