Una de las noticias que ha acaparado los titulares de los periódicos nacionales, es el desastre natural que provocó el huracán Otis al tocar tierra en el Puerto de Acapulco.

Este evento tuvo su particularidad, y es que el martes 24 de octubre por la mañana, tanto el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticaban que, la entonces tormenta tropical Otis, se convertiría en un huracán categoría 1. Pero en la noche de ese mismo día, a las 23:00 horas, se confirmó que esta tormenta estaba pasando a ser un huracán de categoría 5. A la madrugada siguiente estaba tocando tierra el huracán más fuerte que alguna vez había tocado la costa de Guerrero.
En la actualidad, contamos con modelos predictivos para pronosticar el avance y la intensidad de estos fenómenos naturales, en esta ocasión fue prácticamente imposible estar preparados e informados acerca de lo que estaba por venir. Esto solo nos puede hablar de la nueva realidad climática en la que estamos entrando.
El Centro Nacional de Información Ambiental de Estados Unidos (NCEI en sus siglas en inglés) informa que, en 2002, este país tuvo un total de siete eventos climáticos que costaron 60.4 billones de dólares. Y para el año de 2022 las emergencias climáticas llegaron a ser 18, aumentando el monto a 178.8 billones de dólares.
En términos generales, el Instituto Nacional de Salud Pública de México, estima que, durante los últimos 50 años, los fenómenos meteorológicos, climáticos e hídricos que sucedieron a nivel mundial representaron 50% de todos los desastres, fueron causantes del 45% de todas las muertes reportadas y del 74% de todas las pérdidas económicas registradas.
Esta realidad no nos pinta un futuro muy alentador, pues un estudio realizado por la Universidad de Oxford prevé que para 2040 los gobiernos del mundo se verán obligados a aumentar en un 35% su gasto en desastres naturales.
Y es que la creciente intensidad de los eventos climáticos es consecuencia del cambio climático que nuestras actividades y desarrollo ha propiciado. Es importante que tanto la sociedad en general, como las industrias y los gobiernos, unan sus esfuerzos para lograr parar el avance de estos cambios y podamos cuidar mejor al planeta.
También, es necesario que se invierta en líneas de investigación que nos permitan tener mejores metodologías para prever estos desastres y podamos estar preparados y protegidos ante ellos.
CSR Consulting se erige como referente en consultoría de sostenibilidad y economía circular, potenciando la competitividad empresarial mediante la implementación de estrategias de Responsabilidad Social Empresarial, Sistemas de Gestión y soluciones de Economía Circular. Nuestra excelencia está respaldada por distinciones como el Distintivo ESR, el Premio Europeo de Tecnología e Innovación y el reconocimiento de Small Business Awards. Hemos colaborado exitosamente con diversos sectores, desde telecomunicaciones hasta educación, y nuestro impacto trasciende fronteras, con proyectos en México, España, Chile, Ecuador, Brasil y Colombia. Si buscas transformar tu enfoque empresarial en pro de la sostenibilidad y el éxito, esperamos con entusiasmo ser tu socio estratégico en este viaje.
¡Únete a nuestro Newsletter de LinkedIn y mantente al día con tendencias de sostenibilidad, ESG y RSC! Suscríbete en: . ¡No te lo pierdas!