¿Qué es la Sostenibilidad Fuerte y la Sostenibilidad Débil?

Existen dos modos de aplicar la misma idea de la sostenibilidad, la fuerte y la débil; políticas y estrategias mucho más duras u orientadas a una transición progresiva.

Seguramente conocerás la definición de sostenibilidad o sustentabilidad que es satisfacer las necesidades del presente sin comprometer a las generaciones futuras, esto en un ámbito ambiental, económico y social.

Pero la sostenibilidad no se limita a un único “tipo”, sino que existen dos, que son la sostenibilidad fuerte y la sostenibilidad débil. La diferencia entre estos consiste en la prioridad que tiene cada pilar (ambiente, economía y social).

Sostenibilidad Fuerte

La sostenibilidad fuerte fue desarrollada en gran parte por biólogos y ecologistas. Este tipo de sustentabilidad concibe los bienes naturales y los servicios ecosistémicos como irremplazables.

Busca imponer límites y barreras frente al uso (y abuso) de los recursos naturales y servicios ambientales, y tiene como mayor prioridad el cuidado del planeta, seguido del bienestar social y por último el desarrollo económico.

Un ejemplo de la sostenibilidad fuerte sería la prohibición del uso de los clorofluorocarbonos (gases que destruían la capa de ozono y que se encontraban en líquidos refrigerantes y aerosoles), después de un acuerdo internacional estos fueron prohibidos en su totalidad en un periodo de tiempo muy corto.

La principal crítica consiste en la imposibilidad y los costos que traería aplicar estos modos, se argumenta que debe de hacerse de manera progresiva y paulatina y no de forma absoluta y repentina.

Sostenibilidad Débil

La sostenibilidad débil fue propuesta por el Banco Interamericano para el Desarrollo junto con otros organismos como la ONU, FMI, entre otros. Concibe los bienes naturales y los servicios ecosistémicos como sustituibles por los bienes manufacturados.

Busca orientar la economía convencional a una mas consciente y amigable con el planeta para una mejor administración de los recursos naturales sin privarse de la explotación de estos. Tiene en el mismo nivel el medio ambiente, el bienestar social y la economía.

Un ejemplo de la sustentabilidad débil sería los impuestos a las emisiones, estos siguen permitiendo las emisiones, pero son castigadas con un impuesto para así promover productos, servicios y procesos amigables con el medio ambiente.

La principal crítica consiste en los bajos resultados que trae estos modos, es necesario tener mano dura y proteger el planeta ahora, no cuando las circunstancias lo permitan.

¿Cuál es mejor?

Aunque los nombres puedan ser engañosos haciendo ver que la sostenibilidad fuerte es mejor, porque “fuerte” es un adjetivo mas deseable que “débil”. La realidad es que ninguna de las dos es la mejor o la correcta, simplemente son dos formas distintas de aplicar una misma idea.

Lo que hay que entender es que ambos tipos de sostenibilidad se complementan entre sí, a veces será necesario como organización aplicar los modelos de sostenibilidad fuerte y en ocasiones tendrá que ser con los modos de la débil.

Foto de Villoch P. de Acción Empresas


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Referencias

Gómez, D. (2021). Sostenibilidad. Apuntes sobre sostenibilidad fuerte y débil, capital manufacturado y natural. Inclusión & Desarrollo, 8 (1), pp 131-143

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