Asimetría
- La crisis golpeará con más fuerza a las personas, regiones y países con menos recursos.
- El desempleo en la base de la pirámide crecerá.
- Los negocios pequeños se enfrentarán a grandes dificultades.
La desigualdad entre las naciones aumenta todavía más a medida que las decisiones que toman los líderes para afrontar la crisis y la gravedad variable de su impacto amplían la diferenciación entre países y regiones que emergen de la pandemia. La disparidad dentro de las naciones también está aumentando, debido al cierre de pequeñas empresas y al aumento del desempleo, y quienes se hallan en la base de la pirámide de la riqueza son los que están sufriendo mayormente sus consecuencias, como suele ocurrir en los períodos de recesión. Las disparidades regionales existentes entre las áreas prósperas y las que carecen de capital se pueden exacerbar a medida que disminuyen los recursos disponibles para invertir.
Disrupción I: la aceleración de la revolución tecnológica
El poder de las grandes plataformas tecnológicas aumentará.
Estamos viendo crecer el poder y la influencia de las grandes empresas tecnológicas y de otras organizaciones con modelos de negocio de plataforma. Debido a los períodos de confinamiento o de semiconfinamiento, nos vemos obligados a socializarnos y a trabajar principalmente a través de la tecnología, lo cual está revirtiendo en los grandes actores digitales. En el primer trimestre de 2020, por ejemplo, Netflix incorporó a 16 millones de nuevos suscriptores, casi el doble del número que había agregado en el cuarto trimestre de 2019. También es probable que la pandemia esté contribuyendo a acelerar la automatización de trabajos a través de la IA y de la robótica (que no requieren distanciamiento social).
Disrupción II: la emergencia climática
A corto plazo, el cambio climático no será tan prioritario, pero se convertirá en una necesidad imperiosa a largo plazo.
El clima sigue siendo la alteración más importante a que se enfrentan la humanidad y el planeta. Los problemas urgentes que el cambio climático plantea no retrocederán, aunque las emisiones caigan momentáneamente como resultado de la reducción de la actividad económica. Por un lado, la crisis económica provocada por la pandemia corre el riesgo de distraer la atención y desviar las inversiones planificadas, destinadas a combatir el calentamiento global. Pero, por otro lado, a medida que los gobiernos reestructuran sus economías, cada vez son más los países están situando los esfuerzos de mitigación del cambio climático al frente de sus iniciativas.
Edad
Los trabajadores jóvenes tendrán menos oportunidades.
La presión sobre el sistema de pensiones y de bienestar social aumentará.
Los mercados en desarrollo tendrán dificultades para estimular la creación de empleo.
Los desafíos que el envejecimiento de la población plantea en algunos sectores, principalmente en los sistemas de salud, se han acelerado y ahora están en el centro de la crisis. La pandemia está teniendo un efecto diferencial en distintos grupos de edad, cambiando las perspectivas de vida de muchas personas. El mundo se está dividiendo entre aquellos países en que un gran porcentaje de la población se acerca a la edad de jubilación, lo cual genera una presión adicional sobre los sistemas sociales y de salud, y aquellos países en que la mayoría de la población se acerca a la edad de trabajar, lo cual requiere crear capacidad educativa y nuevas empresas y trabajos a gran escala.
Polarización
Las economías se volverán más localizadas en función de la cadena de suministro.
Puede haber un sentimiento global de solidaridad para tratar de resolver problemas graves.
El mundo comenzó a fracturarse mucho antes de que estallara la pandemia, ya que la confianza de los ciudadanos en las instituciones y en sus líderes se estaba derrumbando, al tiempo que crecían las divisiones y las disparidades. La crisis de la COVID-19 solo ha intensificado estas tendencias. Cabe la posibilidad de que, a medida que salgamos de esta crisis con una experiencia compartida, la humanidad comience a trabajar unida nuevamente. Pero, a corto plazo, las preocupaciones locales se están agudizando y las alianzas internacionales se están viendo sometidas a nuevas tensiones.
Confianza
Crecerá la desconfianza en la capacidad de las instituciones de responder de forma justa.
Algunas instituciones y líderes saldrán de la crisis con su reputación reforzada.
La confianza en el gobierno, en la sociedad civil, en las empresas y en las instituciones ya había disminuido drásticamente, especialmente entre quienes no se encuentran en posiciones privilegiadas. Mientras los ciudadanos observan cómo continúa desarrollándose la pandemia, los líderes tienen la oportunidad de generar confianza o de destruirla aún más. Cuanto más teman las personas que los sistemas les fallen y pierdan la esperanza de que mañana estarán mejor, más se deteriorarán los ya frágiles lazos de confianza. La situación requiere a un nuevo grupo de líderes, más conscientes del mundo en que vivimos ahora.
Referencia Bibliográfica
ESADE. (2021, October). Un sector en Evolución. Retrieved April 4, 2022, from https://www.dirse.es/events/rol-las-ong-sector-evolucion/