“Responsabilidad Social Corporativa (RSC), una herramienta que sirve para reducir el impacto negativo de las empresas en temas ambientales, de derechos humanos, sociales, laborales y afectación a la comunidad, entre otros”.
Nuestro Director Carmelo Santillán tuvo la oportunidad de escribir en la edición 40, del mes de abril de 2020 en la Revista FARO de la CANACO Monterrey, acerca de la Responsabilidad Social Corporativa, lo cual reafirma el interés de la CANACO porque sus miembros conozcan acerca de la Sustentabilidad Empresarial y lo relevante de incluir políticas de este giro así como Sistemas de Gestión Ambiental y la Educación Ambiental en sus colaboradores.
La RSC se conforma por tres dimensiones, la social, ambiental y económica, en esta última está incluida el gobierno corporativo, donde la empresa puede demostrar sus buenas prácticas de transparencia, rendición de cuentas y anticorrupción ante sus grupos de interés.
Saber que la creación de una estrategia de Responsabilidad Social Corporativa alineada a la planificación estratégica de la empresa debe generar Políticas Ambientales, Implementación de Sistemas de Gestión, así como preocuparse del impacto ambiental, generar en la compañía ahorros energéticos y monetarios, ser transparentes y propiciar el trabajo en equipo para cumplir con las metas propuestas en su plan de acción.
Entre los temas relevantes a considerar en una empresa que desee implementar la Responsabilidad Social Corporativa en su estrategia se encuentran: la comunicación del plan de acción, la implementación y el seguimiento.
Una organización con visión de negocio a la RSC debe:
- Adaptarse: la responsabilidad social corporativa variará en función de los objetivos de la empresa y su giro, así como el entorno en el que se vaya a aplicar.
- Comprometerse: con el plan y objetivos trazados, incorporarlo dentro de la misión y visión del negocio.
- Implementarlo: Tener en cuenta que las decisiones que se tomen, deben llevarse a cabo, registrarse y analizarse.
La responsabilidad social corporativa como visión de negocio no es una moda, sino una tendencia, ya que llegó para quedarse y crecer, por lo que es una gran oportunidad para las empresas de obtener grandes beneficios no solo ambientales, sociales y de reputación corporativa sino también económicos sobre todo a mediano y largo plazo.
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